Una usuaria de Vodafone ha ganado una peculiar batalla legal contra la compañía telefónica debido al color de su iPhone. La audiencia le dio la razón a la cliente después de que el teléfono que recibió al firmar un contrato de fidelización no fuera de color «oro», como le había prometido la empresa. Después de varios intentos infructuosos para reclamar el móvil del color correcto (ya que el que recibió era plateado), la justicia finalmente falló a favor de su demanda, permitiéndole rescindir su contrato de permanencia sin penalización.
Según los hechos relatados en la sentencia, la clienta aceptó una oferta de adquirir un iPhone XS 64GB en color oro por 1.068 euros, financiado en 24 cuotas mensuales de 44,50 euros. Sin embargo, al recibir el teléfono por correo, se dio cuenta de que no coincidía con lo acordado, ya que era de color space grey en lugar de oro.
A pesar de comunicar en varias ocasiones su descontento con el color del teléfono, las respuestas recibidas siempre fueron de un asistente que no abordaba sus reclamaciones. La Audiencia Provincial de Pontevedra revocó la sentencia inicial que desestimaba la demanda, concluyendo que el terminal enviado no cumplía con lo pactado y que la compradora había intentado sin éxito su sustitución, lo que la llevó a recurrir al Instituto Gallego de Consumo para iniciar un expediente sancionador en defensa del consumidor.
Fuente: noticias.juridicas.com