La Audiencia Provincial de Navarra ha confirmado que colocar marcadores de plástico en las puertas de viviendas para identificar aquellas que están vacías y susceptibles de ser robadas constituye un delito de robo, aunque no se haya llevado a cabo la sustracción de bienes. Esta práctica, conocida como un acto preparatorio del robo, ha sido considerada por el tribunal como una auténtica ejecución del delito, lo que permite su condena.
Hechos del Caso
El caso se remonta al 20 de agosto de 2017, cuando, en plena madrugada, varios individuos fueron vistos merodeando por un bloque de pisos con la intención de identificar viviendas vacías. Uno de los individuos se quedó vigilando en el portal mientras otro entraba al edificio para colocar marcadores de plástico en las puertas de las viviendas. Estos marcadores son utilizados por delincuentes para detectar si las viviendas están desocupadas, ya que, si después de unos días los marcadores permanecen en su lugar, se puede asumir que la vivienda está vacía, facilitando así su entrada para cometer el robo.
Los agentes de la Policía Nacional detuvieron a uno de los acusados al salir del edificio, mientras que su acompañante fue interceptado en las inmediaciones. Entre las pertenencias de los detenidos, la policía encontró un trozo de plástico similar al que se había colocado en las puertas, junto con un cortaúñas utilizado para cortar el material.
El tribunal tuvo que determinar si la colocación de los marcadores constituía un acto preparatorio o si ya formaba parte de la ejecución del delito de robo. La doctrina jurídica establece que los actos preparatorios, por sí solos, no suelen ser punibles, a menos que se considere que integran el inicio de la ejecución del delito.
En este caso, la Audiencia Provincial de Navarra concluyó que la colocación de los marcadores de plástico no puede considerarse como un mero acto preparatorio, sino que constituye el inicio de la ejecución del delito de robo. Según el tribunal, este acto facilita el robo al señalar claramente las viviendas que están desocupadas, lo que demuestra una clara intención delictiva y un peligro real para la propiedad ajena.
La Audiencia Provincial confirmó la condena basándose en el testimonio de los agentes de la Policía Nacional, quienes observaron el comportamiento sospechoso de los acusados y detectaron la presencia de los marcadores en varias viviendas. La falta de pruebas como huellas dactilares o restos de ADN en los marcadores no fue considerada relevante, dado que la detención fue inmediata tras la colocación de los marcadores, y las circunstancias evidentes apuntaban a la intención de cometer un robo.
En resumen, la sentencia establece que la mera colocación de estos marcadores durante los periodos vacacionales ya es suficiente para considerar que se ha cometido un delito de robo. Este fallo subraya la importancia de las acciones iniciales en el proceso delictivo y su relevancia penal, incluso antes de que se materialice el robo.
Fuente: noticias.juridicas.com